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Debido al mal estado del mundo de la comercialización del arte, en el cual la obra de un artista es valorada por el renombre que ganó a lo largo de su carrera y no por el valor de cada obra por separado. Como si de funcionarios se tratase los artistas más renombrados viven de sus glorias pasadas y venden un trapo sucio como si de la quintaesencia del arte se tratara. mi respuesta a ello es la de no firmar ningún cuadro, y que sea el observador el que le adjudique el valor que crea conveniente a través del análisis de la obra y no de una rápida mirada a la firma. Me considero gran admirador de Dalí, Magritte, y picasso siendo mis obras una pequeña mezcla de surrealismo, simbolismo, cubismo;pero en un torpe intento de alcanzar las cotas de frescura y creatividad que demostraron estos artistas en su época me dejo llevar por todo aquello que me rodea, y todos los estilos gráficos de los que e mamado de este mundo sobresaturado de imagen en el que vivimos desde el las pinturas ruprestres hasta pocoyo.
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